Desde Stop Rumores reflexionamos sobre cómo afectan los estereotipos de los libros escolares

Hace unos días nos sorprendimos al abrir un libro de 5º de primaria de Ciencias Sociales de la editorial Anaya, y encontrar en su página 57 del curso 2019/20 dos definiciones bastante explícitas de emigración e inmigración, hasta aquí no sería digno de mención si no fuesen acompañadas de estas dos ilustraciones.

En la que hace referencia al primer concepto, emigración, muestra a una chica con una maleta siendo despedida por unos familiares, en la segunda ilustración que acompaña al concepto de inmigración, vemos una patera que surca el mar llena de gente.

Ante esta realidad nos detenemos a pensar si los mensajes que se reciben desde los libros de texto en las clases de primaria y secundaria de España, están creando de forma encubierta un imaginario colectivo muy sesgado, discriminatorio, y mal explicado, que sería totalmente incongruente con los principios, objetivos y fines  que rigen el sistema educativo, como el de la igualdad, la inclusión , la no discriminación, solidaridad, respeto, la educación para la resolución de conflictos y la resolución pacífica de los mismos y un largo etc., sin hacer hincapié en “la interculturalidad como un elemento enriquecedor de la sociedad[1]

Buscando más ejemplos encontramos otro caso denunciado ya por un particular, se trata de un libro de Geografía de 1º de Bachillerato de la editorial Algaida, descatalogado este año,  en el que el mapa del S. XVI del  territorio que hoy es España, ha borrado el Reino de Granada, como si nunca hubiera existido.[2]

 Nos paramos a pensar si puede ser posible un error de esta envergadura, si la asociación ANELE (Asociación Nacional de editores de libros y material de enseñanza)[3] de la que Algaida es socia, es responsable, o si simplemente se ha decidido borrar de un plumazo nuestra historia y orígenes, ¿un error o una nueva historia?

La Península Ibérica tras Tartessos, contempla el paso de Fenicios, Cartagineses, Romanos, Francos y Suevos, es conquistada por los Visigodos, y en el 711 es el turno de las tropas musulmanas (Árabes, Sirios y Bereberes) que entran en la península desde África, en 5 años se conquistó el territorio sin mucha resistencia, los judíos españoles de la época lo vieron como una liberación de la Iglesia visigoda y los cristianos se adaptaron rápidamente, la mayoría adoptan la fe,  la cultura y la lengua árabe de los nuevos regentes sin olvidar la lengua románica. [4]

En la edad Media, en la extensión hoy conocida como Andalucía más la gran parte del territorio conocido actualmente como España: se hablaba árabe; la cultura era árabe y la mayoría de los ciudadanos eran musulmanes. Hablamos del Al Ándalus, que existió casi  800 años, perdiendo poco a poco extensión y poder, siendo el último territorio en conquistar por los nuevos Señores, el Reino de Granada.[5]

Nos preocupa que todo esto no se estudie, se haga invisible, se borre la historia.

Actualmente hay polémicas alrededor de la educación en el país, la instauración del “pin parental” esta en boga, hubo polémica en los centros educativos de Cataluña por los contenidos de las materias y quienes y cómo las impartían, y hubo y habrá desacuerdos en centros educativos cuando se realicen talleres sobre sexualidad o se hable de transgénero, si estos discursos van acompañados de herramientas falaces como estos libros de texto, conseguiremos borrar nuestra historia, la mezcla diversa de este territorio, ahora España.

La mezcla de sangres que nos recorren, de culturas, de historias de distintos puntos del mundo, toda esta amalgama que somos, es información necesaria para conocer la historia nos hace entender las migraciones, los movimientos de personas, las fusiones que crean una verdadera interculturalidad, un cosmopolitismo del que deberíamos enorgullecernos en vez de esconder.

Y vuelvo al principio del artículo, a la imagen tan desigual en la que el emigrar es digno y la inmigración un problema, nos hace vernos fuera de ella, cuando somos parte y entenderla como algo nuevo, cuando lleva toda la vida sucediendo. La convivencia en la diversidad se consigue con la empatía que se genera conociendo nuestra propia historia y cultura para entender otras.

La educación es el quid de esta cuestión, y la implicación de la comunidad educativa debe ser tal, que este tipo de errores no nos hagan avergonzarnos y desaparecer del mapa.

[1] https://eacea.ec.europa.eu/national-policies/eurydice/content/fundamental-principles-and-national-policies-79_es

[2] https://www.diariodesevilla.es/andalucia/educacion-Bachillerato-libro-reino-Granada_0_1550545607.html

[3] https://anele.org/pdf/libros/Libro-financiacion_sistema_educativo.pdf

[4] Baer, Frank (1991) “El puente de Alcántara”  Barcelona ,ed. Edhasa  p. (11-12)

[5] Rodríguez Ramos, Antonio Manuel (2020) “La huella morisca (El Al Ándalus que llevamos dentro)” Colección Andalucía, ed. Almuzara p. 30

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