7 Cosas que debes saber sobre las niñas y niños que migran sin acompañamiento familiar.

1“Las niñas y niños de los centros de protección de menores dan ejemplo de comportamiento”.

Las niñas y niños dejan de serlo cuando cumplen la mayoría de edad que pasan a ser adolescentes, pero a veces la adolescencia llega cuando toca afrontar situaciones y responsabilidades que no comprenden a una edad todavía temprana. La etapa de la adolescencia, quizás sea una de las más complicadas todo ser humano: deseos, inquietudes, la búsqueda de independencia, etc. Todo esto y más puede suponer una serie de conflictos constantes con una misma y con las personas de tu alrededor. La necesidad de romper con lo que hasta ahora eres para ser un tú en constante evolución porque no solo crece el cuerpo, sino también el carácter.

Pero, ¿qué ocurre cuando las niñas y niños adolescentes no pueden contar con referentes, madres, padres, familias que les apoyen en esa construcción de su ser? Los menores que se encuentran en centros de protección de una institución pasan por este trance y dejan de ser tratados como adultos en lugar de lo que realmente son: niñas y niños. Algunos migran solos jugándose la vida a través de vías que no son seguras para nadie como puede ser una patera, escondidos en ruedas de un camión, atemorizados por los controles fronterizos y otros tratan de sobrevivir con el poco calor humano de la soledad, pero no deja de ser niñas y niños en cuerpo de mayores que buscan la comprensión, el amor, los consejos, las regañinas, la paga de la semana, que cualquier madre y padre daría a sus hijas e hijos.

Las niñas y los niños no son el futuro de un país, son el presente mundial. Lo que les beneficie y les perjudique, nos beneficia y nos perjudica a todas. Si reciben amor, darán amor. Si reciben odio, darán indiferencia e individualismo. Las personas no solo somos parte de la economía con la producción del trabajo, sino que somos el conjunto de la gran riqueza cultural y diversidad que hace atractivo a un país.

Como explica Lucila Rodríguez-Alarcón, directora de la Fundación Por Causa, “las palabras definen y nos predisponen emocionalmente”. Cuando hablamos de chavales, “suena a calle, suena a conflicto pero también suena a humano, a cercano y a adolescente. Menor suena a obligación de otros. Menor suena a sistema, a ley, a trabajador social.  Si a «menor» le sumamos «extranjero no acompañado», entonces suena a problema, suena a Melilla, suena a La Purísima, a las costas andaluzas, a «no cabemos todos» e incluso a delincuente”.

Sin embargo, las niñas y niños en movimiento sin referentes familiares, es decir, que han migrado solos, han dado un claro ejemplo con su comportamiento. Los datos oficiales de la Junta de Andalucía muestra que el índice de delincuencia por parte de estas niñas y estos niños es del 0,52%, es decir, ni 1 de cada 100 niñas o niños extranjeros bajo su tutela en nuestra comunidad ha cometido algún acto delictivo. Por tanto, es una cifra que no avala el discurso de miedo y odio de partidos políticos de la extrema derecha que ha calado en la sociedad.

Primero, este dato lo dio a conocer la Consejera de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación de la Junta de Andalucía, Rocío Ruiz Domínguez, durante el pleno del 26 de junio de 2019. Según explicó, estas cifras vienen de un informe interno de la Consejería. Y dijo así:

«Desde el 1 de enero de 2015 al 31 de mayo de 2019 se ha atendido en Andalucía a 15.693 menores extranjeros no acompañados, y de estos, solo 83 —83, estos son datos judiciales— han tenido medidas judiciales de internamiento por comisión de algún delito», aseguró Domínguez[1]. Por lo que esto nos lleva a pensar que las conductas delictivas de los niñas y niños son hechos aislados o puntuales y no una realidad extensible a todos.

Al margen de estos datos, el consejero de Presidencia y portavoz de la Junta de Andalucía, Elías Bendodo, manifestó unos meses después que el índice de delincuencia, a 1 de octubre de 2019, “de los menores extranjeros no acompañados (Menas) tutelados en centros de la administración autonómica es del 0,54 por ciento».

Frente a los rumores, datos. Según los números del Ministerio de Justicia, en 2018, solo el 11,8% de todos los menores condenados eran extranjeros, es decir, tanto los menores que están solos como los que han migrado con su familia.

2 “Donde entran dos, comen cuatro”: quiénes son las niñas y niños que viven en los centros de menores.

La solidaridad y cooperación de cada uno de los hogares es la norma en un país, donde se hace referencia solo a la excepción del racismo y la xenofobia. Quién no ha escuchado de la boca de su abuela, de su madre, de su vecina, de su prima, de su amiga la típica y real frase: “donde entran dos, comen cuatro”. España es un país de personas migradas y de personas migrantes. Y eso, se nota. La memoria no la tenemos tan corta, cuando todavía escuchamos las anécdotas de nuestros mayores hablando de cuando se fueron a Alemania “con cuatro duros” para buscar un trabajo, una vida, una oportunidad. Ahora, la generación más preparada, con los mejores estudios y currículums más gruesos también migra al extranjero para poder dedicarse laboralmente a lo que le gusta.

Sin embargo, a veces el desconocimiento, la falta de información, se convierte en incertidumbre y miedo y nubla nuestra memoria, es decir, nos quedamos con la excepción y no con la norma. La inclusión de las personas es clave para una sociedad. A nadie le gusta que le señalen por la calle, lo excluyan en un grupo o que lo juzguen de forma negativa tan solo por ser diferente en cuanto a rasgos físicos o lugar de nacimiento. Por eso, es necesaria la transparencia y formación por parte de las instituciones para la sensibilización.

En el último año, para asegurar la protección de menores sin referentes familiares ha sido necesario poner en marcha nuevos centros de acogida. Nadie quiere ver una niña o un niños solo en la calle, eso está claro. Los centros se han creado a partir de la adaptación de otros edificios como albergues que a veces no cumplen con todos los requisitos mínimos para construir un ambiente de hogar, a pesar del trabajo profesional de las empleadas y empleados de estos centros que en ocasiones se encuentran con la situación de que hay más menores que plazas y no dan abasto, tal y como recoge UNICEF en su estudio Los derechos de niños y niñas migrantes no acompañados en la frontera sur de España.

Imagina que vives en un pueblo que no alcanza los 5.000 habitantes. Que la rutina suele ser casi siempre la misma. Y de repente, un día, sin tú saber nada, ni nadie haber explicado nada, que en las afueras del pueblo ha abierto un centro de protección de menores y que esos menores, que pueden salir del centro, empiezan a aparecer por el pueblo en grupos para conocer donde viven, ir al colegio, buscar al trabajo, y que encima, sus rasgos no son como los tuyos, ni como la mayoría del pueblo, ni hablan tu mismo idioma. Seguro, y con toda la razón, lo primero que pensarías sería “qué está pasando aquí”. Desconfiarías de todo, porque nadie te ha prevenido antes. Esta ha sido la realidad de muchos lugares.

Son las asociaciones de vecinas y vecinos y colectivos sociales los que se han puesto manos a la obra para conseguir esa inclusión. Un ejemplo es MONTALBÁN

Pero no solo ha pasado en núcleos urbanos pequeños, sino también en ciudades como en el barrio de la Macarena, en Sevilla. Contra el discurso de odio y la hostilidad que se había generado en torno a los menores sin referentes familiares, en este caso extranjeros, la Plataforma Macarena para Todas reunió a las vecinas y vecinos para explicarles quiénes son estos niños y por qué están en el barrio como todos. Esta organización afirma que el centro de acogida es «una oportunidad para mostrar la hospitalidad, el respeto y la defensa de los derechos humanos y la igualdad de oportunidades para todas las personas, mucho más, si cabe, tratándose de menores».

PROPUESTA VÍDEO EXPERIENCIA: ¿Quiénes son estos menores? ¿Qué han aportado al centros educativo/barrio? ¿Cómo ha sido el proceso de adaptación e inclusión entre la ciudadanía? ¿Existía el miedo entre la ciudadanía? ¿Cómo combatir el miedo?

3 Las Comunidades Autónomas son las responsables de tutelar a las niñas y niños sin acompañamiento familiar.

¿Te imaginas a una niña y a un niño solo? Sin nadie que vele por su seguridad, su protección. Que además, viene de un país diferente. No conoce el idioma, ni siquiera reconoce las caras, las calles o la comida. ¿Quién no se ha perdido en la playa mientras jugaba a buscar “conchitas”, se ha despistado en una feria o en el supermercado cuando era menor y seguro que recuerdas esa sensación de angustias, incertidumbre y temor. Todas y todos queremos cuidar a esos menores que tiene la misma edad que nuestros hijos, sobrinos, hermanos, compañeros de clase, vecinos. Sin embargo, son las Comunidades Autónomas las que tienen la responsabilidad de cuidar y tutelar a todas estas niñas y niños sin acompañamiento familiar, garantizar su seguridad y protección.

En España, el 79% de las niñas y niños que han migrado a nuestro país sin ningún referente familiar y sin tutora o tutor, no tienen permiso de residencia legal en España. ¿Esto que quiere decir? Que según datos facilitados por el Ministerio del Interior, a fecha de 31 de junio de 2019, España tiene en acogida o bajo su tutela, dependientes de los servicios de protección de menores de las distintas comunidades autónomas a un total de 12.301 niñas y niños migrantes en esta situación, pero que solamente ha tramitado la residencia de 2.573 niños y adolescentes. Todo esto conlleva a que cuando cumplen los 18 años y tienen que abandonar los centros de menores, porque de un día para otro han dejado de serlo, salgan del centro sin la residencia en vigor lo que le dificulta su inclusión social y laboral. Otro de los problemas de inclusión para los jóvenes de 18 años es que tampoco tienen permiso de trabajo, por lo que conseguir una independencia y alcanzar la autonomía se hace más difícil, a pesar de ser el objetivo principal de la mayoría de los jóvenes.

La situación en Andalucía no es muy diferente al resto del país. Hasta esa misma fecha, junio de 2019, la Junta de Andalucía cifra en 2.172 los menores extranjeros sin sus familias  -1.952 niños y 220 niñas- y cuenta con un sistema de protección de 1.839 plazas en total para niños extranjeros y nacionales, aunque tiene previsto ofertar 420 nuevas plazas (en el registro de Interior están inscritos 5.183 niñas y niños extranjeros).

¿Cómo es el procedimiento? La tramitación de los permisos de residencia comienza en los centro de acogida de menores de cada Comunidad Autónoma. aquí, se debe conseguir la documentación de las niñas y niños y remitir los informes a la entidad de protección de menores autonómica, que en este caso se convierte en el tutor legal de los menores no acompañados. Las comunidades, por su parte, elevan la solicitud a la delegación de Gobierno, que debe resolver el expediente, considerando que los menores migrantes tutelados tienen garantizada por ley su residencia regular en España.

El reglamento de Extranjería contempla que transcurrido el plazo máximo de nueve meses, “sea cual sea el estado de tramitación, la Delegación o Subdelegación de Gobierno otorgará la autorización de residencia”. Esto depende de la diligencia de las comunidades autónomas para remitir la documentación. Pero esto es lo que hay escrito y no la realidad. En la realidad nos encontramos con una casuística mucho más compleja que hace que, como ya se ha dicho anteriormente, el 79% de las menores salga de los centros sin la documentación.

Las niñas y los niños que han migrado sin referentes familiares tienen derecho, en situación administrativa regular o no, a protección y acceso a la educación y la salud en los mismos términos que los españoles. El problema se presenta cuando los menores se acercan a la mayoría de edad sin estar documentados. Al cumplir los 18 se quedan en la calle como adultos en situación irregular sin el amparo de las administraciones.

4 Los centros de menores deben estar adaptados a las necesidades básicas de las niñas y niños y a las condiciones de trabajo de las empleadas y empleados.

Los centros de menores son el primer contacto en la protección de las niñas y niños que están solos. Hasta que cumplen los 18 años es su casa. El hogar es importante para todas las personas porque es nuestro refugio, donde debemos sentirnos más seguras, donde nos permite tener una estabilidad en la rutina y mantener un plan de vida. Sin embargo, la falta de previsión de las instituciones ha hecho que no haya suficientes plazas para todos los menores y esto conlleve a una saturación que no solo ha afectado a las niñas y niños, sino también a todos los profesionales que trabajan en este lugar.

Que cada niña y niño pueda establecer su plan de futuro de la mejor forma y accesible es una garantía para toda la sociedad. En España, y centrándonos en Andalucía, se ha establecido una medida que se puede considerar grave y alegal que es diversificar los centros de menores entre menores extranjeros y no, lo que conlleva una discriminación para la infancia, que en primer lugar no hay que olvidar que son niñas y niños.  En este último es donde ha habido más problemas con las condiciones de alojamiento y hacinamiento por la falta de plazas y una buena distribución de las mismas.

A partir de ahora, vamos a centrarnos en los centros de menores para extranjeros. Según, el Comité de Derechos del Niño, UNICEF, durante el año 2019 realizaron una investigación en la que visitaron 15 centros de protección para menores extranjeros en Ceuta, Melilla y Andalucía, que a través de entrevistas con niñas y niños, autoridades públicas, responsables y personal de los Centros, han verificado “las deficiencias de las condiciones de acogida”, así como “la maginitud del hacinamiento existente en algunos establecimientos y sus consecuencias en un marco de sobresaturación del sistema en general”.

Por un lado, en Andalucía, hay centros públicos dependientes de la Junta de Andalucía y otros gestionados por actores no gubernamentales, donde algunas entidades tienen fines de lucro y otras no. Esto también influye en el trabajo por lo general humano de los equipos de profesionales y que según recoge el informe de Unicef en la Frontera Sur española:

  • En proporción a la cantidad de niñas y niños no hay suficiente personal.
  •  Hay centros que cuentan con uno o más mediadores/as que hablan francés y/o árabe, de manera permanente u ocasional. En otros, no se cuenta con personas que puedan comunicarse con los niños y niñas en su idioma materno.
  • Mientras que algunos centros cuentan con psicólogos/as (especiali- zados o no en psicología infantil), otros no.
  • El número de trabajadores/as sociales varía notablemente entre cada centro.
  • Como nota común, en ninguno de los centros hay una presencia estable ni siquiera esporádica, de un especialista en asistencia jurídi- ca a niños y niñas.
  • Las iniciativas de formación del equipo de trabajo son muy dispares, así como el contenido de las prácticas de formación y sensibilización, inclu- yendo la importancia y dimensión de la formación en derechos del niño, derechos de personas migrantes y refugiadas, etc.

El Defensor del Menor de Andalucía, en 2003, como resultado de una investigación sobre infancia migrante realizada en todos los establecimientos de protección, afirmaba que es muy importante que “el centro donde se realice la primera acogida a los menores inmigrantes cuente, no sólo con un mediador intercultural adscrito al mismo, sino que la práctica totalidad de su plantilla debe estar integrada por profesionales con una capacidad plena de comunicación cultural con el menor”. En igual sentido, la autoridad autonómica en materia de infancia advertía en 2012 que, ante la creciente demanda de atención de niños migrantes no acompañados, deben disponerse recursos suficientes para garantizar sus derechos. Específicamente, esos recursos tienen que incluir “profesionales dedicados a la mediación intercultural son fundamentales para poder realizar las distintas actuaciones que se llevan a cabo con meno- res procedentes de la inmigración”.

Según datos también de Unicef la sobrepoblación en cuanto al número de plazas en los centros en el momento de la investigación eran los siguientes:

  • En el Centro La Purísima (Melilla), había 630 niños el día de la visita, siendo la capacidad apropiada, según las autoridades, de 180.
    –Los responsables del centro hacen referencia a un ingreso diario de entre 10 y 15 niños.
    –En la sección de “primera acogida”, originalmente creada para albergar a 40-45 personas, se ha llegado a albergar diariamente unos 380 niños.
  • En el Centro Gota de Leche de Melilla se acoge a unos 140 niños, de los cuales 80 son niñas que se ubican en un área con capacidad para albergar a aproximada- mente la mitad.
  • El Centro de Realojo La Esperanza (Ceuta), acogía a comienzos de octubre de 2018, a un número cercano a los 240 niños, a pesar de tener capacidad de unas 60 plazas para trabajar, en condiciones adecuadas.
  • El dispositivo ubicado en La Línea de la Concepción (Cádiz), que funcionaba como recepción de niños llegados en patera para su rápida canalización hacia otros dis- positivos, cuenta con una capacidad para acoger a 24 niños, ha llegado a albergar a 210 en un mismo día75.
  • En un establecimiento de Granada, con una capacidad óptima de 25 plazas, ha acogido en algunos días a más de 60 niños.
  • En el centro residencial ubicado en Villamartín, en la sierra de Cádiz, que en el verano de 2018 había pasado también a cumplir funciones de primera acogida, con una capacidad para 14 plazas, ha tenido hasta 46 niños y niñas, con una media de 32.
    En estos casos, las consecuencias directas redundan en las condiciones en las que esos niños y niñas duermen, se asean, conviven entre sí, interactúan con el equipo de traba- jo, etc. En el Centro La Purísima, la información recibida da cuenta, entre otras cuestio- nes, que el personal se ha visto obligado ante la falta de espacio a ofrecer el mismo col- chón a 2 o 3 niños. Esta situación lleva a que se deban adoptar medidas dentro de los centros.

5 Las niñas y los niños que vienen a España solos no tienen una paga de 644 euros, ni cobran más que la pensión de una viuda.

Las ayudas económicas para las niñas y niños que están solos dependen de las Comunidades Autónomas y lo más importante es que no discriminan entre españoles o extranjeros. Es verdad, que existe una ayuda económica de 664 euros, pero solo se da en Cataluña y además no es para menores, sino para jóvenes que ya han salido del Sistema de Protección de Menores.

Estas  ayudas existen desde 2006 y lo que ha aprobado el Parlamento de Cataluña el 14 de junio de 2019  es que las condiciones mínimas para acceder a estas ayudas económicas sean más flexibles y puedan durar más tiempo aumentando la edad de beneficencia desde los 21 hasta los 23 años, siempre y cuando la persona extutelada cumpla con los requisitos.

La cuantía se rige por el Indicador de Renta de Suficiencia y sí equivale a 664 euros al mes. Desde 2013 hasta 2017 la mayoría de beneficiarios de estas ayudas económicas eran jóvenes españoles. Según consta en la última memoria publicada del Área de Apoyo a Jóvenes Tutelados y Ex Tutelados, un 27% de los beneficiarios eran extutelados extranjeros y un 73% españoles (2017).

En el caso de Andalucía no existen estas ayudas económicas, ni para menores, ni para niñas y niños tutelados que han salido del Sistema de Protección andaluz.  Sí existe una remuneración simbólica que atiene a la Orden de 18 de enero de 1999, por la que se regulan determinados gastos generados en los Centros de Menores dependientes de la Dirección General de Atención al Niño, en la que se establece entre otras cuestiones que «la asignación, en favor de los menores acogidos residencialmente en los Centros de Menores dependientes de la Dirección General de Atención al Niño, de cantidades dinerarias, por los conceptos que a continuación se detallan: «Dinero de bolsillo: Cantidad destinada a cubrir los gastos particulares de los menores durante toda la semana».

Las cuantías máximas semanales establecidas, todavía en pesetas y a la espera de revisión al cambio de la moneda Euro (€) que comenzó a funcionar en 2002, en el anexo de la Orden son:

– Menores desde 7 hasta 9 años: Hasta 500 ptas.

– Menores desde 10 hasta 12 años: Hasta 700 ptas.

– Menores desde 13 hasta 15 años: Hasta 1.000 ptas.

6 El culpable del 100% de las agresiones sexuales y violaciones es el machismo.

Para empezar, el machismo es la causa de la desigualdad de derechos entre la diversidad de géneros que crea una discriminación basada en los privilegios principlamente en el masculino. El machismo no solo la causa y consecuencia de las agresiones sexuales, violaciones, acoso, sino que también, el machismo mata.

El machismo no entiende de nacionalidad, cultura, religión, solo de desigualdad por el hecho de ser de un género sexo u otro. Por tanto, no tiene sentido diversificar y tratar las agresiones y actos machistas dependiendo de una nacionalidad a otra, sino que es un problema, una pandemia y una lacra global, para todo el mundo.

Cuando existe una agresión sexual, para la víctima, lo importante no es la nacionalidad, los rasgos físicos, la cultura o religión de la persona que lo ha cometido, sino que eso no vuelva a pasar a nadie, porque entonces no estamos defendiendo, ni perdemos justicia, sino atacando y fomentando el racismo, es decir, sería una muestra de que nos importa más el sujeto por su nacionalidad que la violación. ¿Qué diferencia hay entre una la violación de una persona autóctona que extranjera? ¿no es el mismo daño hacia la víctima? El castigo debe ser igual para todos los agresores sexuales.

Pero ante un acto de racismo, se corrió un rumor que NO es cierto y señalaba que el 69% de los varones imputados por violaciones grupales son extranjeros. Sin embargo, no hay en lo que se pueda sustentar ni datos que lo corroboren y así lo hemos desmontado en Stop Rumores.

¿De dónde salen estos datos erróneos?

En realidad, no existen de manera oficial ningún informe ni nada en España que recopilen los datos de las agresiones grupales por lo que es un bulo sin ningún fundamento. Maldita.es ya lo contaba a raíz de las declaraciones de Santiago Abascal, presidente de VOX, en el Congreso de los Diputados. En España no ha habido más de 100 manadas en España, ni el 70% de los que están imputados son extranjeros.

Para decir esto, se basan en el informe “Agresiones sexuales con víctima desconocida”, que elaboró en 2010, el Instituto de Ciencias Forenses y Seguridad de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), pero aquí faltan datos. Primero, porque solo se basa en atestados policiales de casos de agresiones a los que la víctima no conocía, y segundo, porque no cuentan con atestados de Cataluña.

En la página 36 de ese informe, se puede ver que el 70% y 30% del que habla Abascal, corresponde a 95 agresores en grupo que no conocen a la víctima, pero faltarían las violaciones en grupo a víctimas que sí conocen a sus agresores.

El problema es que estos datos son utilizados como si fueran actuales cuando son de 2010 lo que genera una desinformación en la sociedad y también una criminalización directa a un colectivo de personas por el hecho de ser migrantes, y no señala al verdadero problema que es el machismo que no entiende de culturas, nacionalidades y religiones.

7 Son niñas y niños que migran solos, sin acompañamiento ni referente familiar.


Para denominar a esta infancia en movimiento, en el año 2000, la Ley de Extranjería y los colectivos sociales comenzaron a usar el acrónimo MENA, Menores Extranjeros No Acompañados, para referirse a las niñas y niños extranjeros que aún no habían cumplido los 18 años y que no estaban acompañados por ninguna persona adulta.

Sin embargo, en los últimos años se ha utilizado para desinformar y criminalizar sobre este colectivo. Por eso, desde el Defensor del Pueblo indican que usar el término MENA para referirse a los niños y niñas que viajan solos es deshumanizante, y añaden que este término les quita “la dignidad”, por eso debemos de hablar de “niños y niñas por encima de todo”. 

Andalucía Acoge explica que este perfil de niñas y niños que migran solos está mayoritariamente con menores procedentes de los países del Magreb, principalmente de Marruecos y Argelia, pero también existen de Europa del Este, África Subsahariana, Siria, etc. Este concepto se define a través de la legislación internacional en el artículo 1 de la Resolución del 26 de julio de 1997 de la Unión Europea, que los define como: “todos los nacionales de países terceros menores de 18 años que entran en el territorio de los Estados miembros sin estar acompañados de un adulto que sea responsable de ellos por la ley o el hábito, y mientras no estén efectivamente bajo cargo de tal persona (…), así como menores nacionales de países terceros que fueron dejados solos después de entrar en el territorio del Estado miembro” (97/C 221/03).

De esta forma, la federación andaluza considera más adecuado utiliza el término “Menores migrantes sin referentes familiares”, entendiéndose sin referentes familiares en el país de acogida. Asimismo, consideran importante  “entender la realidad socio económica y familiar que acompaña a estos/as chicos/as en su lugar de origen”.

Entre los motivos que llevan a estos niños y niñas a salir de sus países de origen se encuentran la pobreza y la falta de futuro y expectativas; situaciones de desestructuración familiar y desprotección institucional; catástrofes naturales; la guerra, la persecución, la violencia y situaciones de violación generalizada de los derechos humanos. Tras este debate, el Ministerio del Interior anunció que estaba estudiando cambiar el término por uno “más igualitario”. Bernardo Alonso Matellán, jefe de Materialización de la Unidad Central de Expulsiones y Repatriaciones, propuso otras siglas más difíciles de pronunciar como una sola palabra: Niños, Niñas y Adolescentes Migrantes No Acompañados (NNA


[1] Intervención de Rocío Ruiz Dominguez en el Pleno del Parlamento de Andalucía el 26 de junio de 2019. Página 89: https://www.parlamentodeandalucia.es/webdinamica/portal-web-parlamento/pdf.do?tipodoc=diario&id=139455

FacebooktwittermailFacebooktwittermail

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.