Para hablar de migraciones es importante tomar conciencia de que la gestión de los flujos migratorios no sólo es cuestión de números y porcentajes. Es mucho más. Incluso si las cifras no fuesen las que son y nos encontráramos con un escenario en el que los números señalaran una presencia mucho mayor de los flujos migratorios por mar en España y Europa, nuestra posición sería la misma que exponemos en el documento sobre llegadas marítimas de Andalucía Acoge, ya que consideramos da respuesta al modelo de gestión más eficiente de esta realidad.
Sin embargo, creemos importante señalar las cifras reales para que podamos formar nuestra opinión sobre los hechos y no sobre las proclamas, las informaciones sesgadas o directamente el discurso del miedo que tanto estamos escuchando estos días. Tanto desde responsables políticos como de medios de comunicación.
Para comenzar señalaremos una obviedad: la inmigración en Europa no sólo entra por la costa. De hecho, la mayor parte lo hace por aeropuertos, trenes o carretera. Y la realidad es que existe una dificultad-tanto a nivel español como europeo- para disponer de datos actualizados porque las estadísticas no entienden de actualidad. Necesitan de tiempo para su análisis. De hecho, 2016 es el último año con datos oficiales cerrados para numerosos centros de documentación. Aún así, vamos a intentar dar una imagen que sirva para contextualizar lo mejor posible.
Teniendo en cuenta los últimos datos oficiales de Eurostat, en 2016 un total de 4,3 millones de personas inmigraron a los países de la Unión Europea. Y, de ellos, se estima en 2 millones la entrada de personas migrantes no pertenecientes a la EU. Es decir, que más del 50 por ciento de las migraciones de la Unión Europa son internas, entre países que pertenecen a la propia comunidad. En el mismo año, a España llegaron 414.746 personas migrantes, de las que 235.600 eran no pertenecientes a la EU. Una cifra que supone alrededor del 12% del total europeo. Es decir, una de cada diez personas no comunitarias que llega a Europa lo hace a través de España y las restantes 9 a través de otros países.
Inmigración en Europa durante 2016. Fuente: Eurostat
En todas estas cifras se habla de personas que establecen su residencia de manera regular en los países de la Unión Europea, sin conocer exactamente el modo de ingreso. Sin embargo, también hay entradas de manera irregular como estamos viendo repetidamente en los medios de comunicación. Y los flujos por mar es su principal vía. En 2016, a España llegaron 8.162 personas de esta manera, que supondrían menos de un 2 por ciento de la llegada de personas migrantes al país. A Europa, ese año llegaron 363.348 personas -muchas llegadas de la guerra de Siria a Italia y Grecia- que supondrían apenas el 7,5 por ciento del total llegado a la Unión Europea. Con esos datos oficiales en la mano -procedentes de la Organización Internacional para las Migraciones, dependiente de Naciones Unidas- las entradas por mar de personas migrantes a Europa por España solo suponían el 2,2 por ciento.
En cuanto a 2017, los datos no son definitivos en muchos casos, pero por ahora permite hacer una imagen bastante fiable. Con estos datos provisionales, y según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2017 llegaron a España 454.424 personas migrantes de las cuales 314.984 personas migradas eran no pertenecientes a la EU. Ese mismo año entraron a España 21.663 personas por la costa, lo que supondría apenas el 4,5 por ciento del total. Aunque insistimos que estos datos son estimativos ya que a las entradas por costa habría que restar las expulsiones y aquellas personas que continúan el viaje a otros puntos Europeos. Y teniendo en cuenta que a la UE llegaron 171.635 personas por esta vía, desde España sólo accedieron a Europa el 12 por ciento del total, es decir, de nuevo una de cada diez personas.
De 2018 aún no hay datos definitivos de llegadas a Europa, porque esas cifras no se pueden obtener hasta que no culmina el año. Así que no es muy fiable comparar las poco más de 21.000 personas que han llegado por mar a España o las 55.000 que han llegado a Europa respecto al total de personas migradas a España o Europa. Lo que sí es cierto es que, a estas alturas, el año pasado (2017) habían llegado a Europa 111.753 personas por mar, más del doble que este año. Una cifra que no hace más que subrayar la poca coherencia de los mensajes alarmistas que dicen que en 2018 las llegadas a Europa se multiplican, algo totalmente falso.
Y nunca hay que perder la referencia de las miles y miles de personas que fallecen cada año en el Mediterráneo en busca, simplemente, de una vida mejor. Y, en muchos casos, huyendo de guerras, persecuciones, hambre o pobreza extrema. Solo en 2017 murieron al menos 3.117 personas en su intento de cruzar el Mediterráneo, cifra que asciende a 5.146 en 2016. Más de 8.000 personas en dos años. Y más de 33.000 entre 2000 y mediados del año pasado a los que sumar, por ejemplo, las más de 1.500 personas que han fallecido este año. Cifras que justifica, por sí misma, la labor que muchas entidades sociales están realizando para salvar vidas en el mar mientras la Unión Europea mira para otro lado y pone en marcha políticas que dejan ahogarse esas personas o las ponen en manos de países como Libia, donde no se respetan los Derechos Humanos.
Además, pese al bombardeo constante de mensajes alarmistas y mantras de “África no cabe en Europa”, también es importante señalar que de las 15 nacionalidades con mayor presencia en España sólo Marruecos pertenece al continente Africano. La mayor parte tiene origen en países de la Unión Europea con países como Rumanía, Reino Unido, Italia, Alemania y Francia entre las diez nacionalidades más presentes, como demuestran los datos del Instituto Nacional de Estadística relativos a 2018.
Población extranjera residente en España 2017. Fuente: INE
Por lo tanto, hasta aquí podemos establecer algunas certezas:
- Es cierto que en este momento el 38% de las entradas por mar a Europa lo están haciendo desde España. También lo es queen 2018 ha descendido casi un 50% las llegadas por mar a Europa y que esta vía supone un porcentaje menor de las llegadas totales a Europa (y España).
- Es cierto que existe un incremento en las llegadas por mar a España. También lo es que era algo previsible y algunos de los motivos son el incumplimiento por parte de Italia y Malta de sus obligaciones de auxilio en el mar, la externalización de las fronteras por parte de Europa con los acuerdos con países como Turquía o Líbia o el uso como elemento de negociación que Marruecos hace de sus fronteras para los acuerdos comerciales con Europa.
También podemos establecer muchas interrogantes:
- ¿Será Europa capaz de coordinar una respuesta humanitaria y sostenible a la realidad actual?
- ¿Los partidos políticos en España abrazarán el discurso xenófobo que se ha dado en Italia y Grecia?
- ¿Seremos capaces de trasladar a la Sociedad un cambio de narrativa, alejada del discurso del miedo y los rumores?
Y, por supuesto, algunas propuestas:
Por último, hay que señalar que las cifras deben tomarse en perspectiva. 21.000 personas (las llegadas en 2018 por mar a España) que para muchos es “una invasión” serían menos de un cuarto de entrada en un clásico Barcelona-Real Madrid en el Camp Nou (capacidad para 99.354 espectadores). Es decir, una entrada que supondría todo un fracaso.
Hay muchos más datos y argumentos en: www.stoprumores.com/rumores
Y os recomendamos algunos artículos para profundizar:
Los datos sobre el impacto económico de la inmigración de los que no habla Pablo Casado
Las cifras oficiales sobre inmigración demuestran la desproporción del discurso alarmista de Casado
Mucha gracias por intentar al menos que estos mensajes con cifras REALES lleguen a la sociedad. Un abrazo y seduid así