CONVIVENCIA Y
ESPACIOS PÚBLICOS
RUMOR: “Las mujeres migrantes no tienen formación y son incultas.”
La realidad
A pesar de ser uno de los estereotipos más frecuentes, los datos desmienten esta idea, ya que existe un alto porcentaje de mujeres migrantes que poseen estudios superiores y de secundaria.
Las mujeres migrantes en España constituyen un colectivo muy diverso, complejo y heterogéneo: proceden de diversos países y culturas, pertenecen a diferentes etnias, emigran según distintos patrones y difieren en múltiples factores personales y subjetivos.

De hecho, en España hay 4,5 millones de personas extranjeras. De ellas, 2,2 millones son mujeres y proceden de más de un centenar de países de los cinco continentes.


Y en Andalucía hay casi 600.000 personas extranjeras, de las que casi la mitad (293.361) son mujeres con origen en países de todo el planeta. A ellas hay que sumar 2.839 mujeres migrantes en Ceuta y 6.672 en Melilla.

La idea estereotipada sobre estas mujeres es que son analfabetas, ignorantes y pobres, una generalización que es a todas luces incierta.
De hecho, en numerosas ocasiones son mujeres con capacidades y habilidades por encima de la media de sus países, con estudios superiores y poseedoras de gran iniciativa y fortaleza. Además, los datos oficiales reflejan que su formación educativa es prácticamente igual a la de las mujeres españolas.

Según los estudios los colectivos que se encuentran desproporcionadamente sobrecualificados en sus trabajos son: las personas migrantes, las personas jóvenes y las mujeres.

El 75% de las mujeres migrantes están sobrecualificadas y el 31% de las mujeres españolas.
En Europa la sobrecualificación afecta al 49% de las mujeres migrantes.
La percepción de que las mujeres migrantes no tienen formación se debe más a su doble condición de mujer y migrante, que las fuerza a ocupar nichos de empleo de baja cualificación.
La sociedad necesita que la perspectiva de género impregne, de manera decidida, todas las políticas y acciones que la vertebran y para ello es básico la sororidad entre mujeres que no permitan que el avance de unas sea a consecuencia de la invisibilización de otras.
